¿Deberías estirar antes de correr?
Uno de los errores más comunes entre los nuevos runners es creer que hace falta estirar antes de correr. Sin embargo, hay varias razones por las que deberías omitir los estiramientos estáticos antes de ponerte a correr. En su lugar, los calentamientos dinámicos son mucho más eficaces a la hora de prepararte para correr de forma segura y feliz.
Aunque está muy extendida la creencia de que si estiras antes de correr, puedes prevenir las lesiones relacionadas con correr al favorecer la flexibilidad, en realidad ocurre lo contrario. La idea que subyace a esta teoría es que soltarse con estiramientos estáticos antes de correr te ayudará a correr más rápido y evitará tensiones musculares. De hecho, los estiramientos estáticos pueden tener efectos negativos, no solo disminuyendo el rendimiento, sino aumentando también el riesgo de lesiones.
Otra creencia errónea habitual es que la flexibilidad es un rasgo necesario para los atletas de resistencia. La verdad es que la flexibilidad te ayuda a lograr un gran rango de movimiento en las articulaciones, lo que te permite tocarte los dedos de los pies o abrirte de piernas. A menos que vayas a participar en algún tipo de carrera loca, la flexibilidad no es relevante para aumentar el rendimiento al correr. Además, lo cierto es que necesitan poder retener cierto nivel de tensión muscular para mantener una forma eficiente y las piernas más elásticas. Ser demasiado flexible puede disminuir ese efecto muelle y provocar que corras más lento.
Si los estiramientos estáticos no están recomendados como calentamiento para correr, ¿por dónde debes empezar?
Opta por un calentamiento dinámico
Los runners principiantes se beneficiarían más si se centraran en la movilidad en lugar de en la flexibilidad. Ser capaz de utilizar la fuerza para moverte a través de un rango normal de movimiento es lo que te da la potencia para correr con ligereza y gracilidad, además de para esprintar, superar obstáculos y recorrer terrenos más complicados como los senderos rocosos. Aquí es donde entra en juego el calentamiento dinámico. Al poner en práctica movimientos como lunges (zancadas), saltos y balanceos de piernas, puedes ayudar a que tu cuerpo se sienta más suelto y receptivo desde el principio, lo que no solo te hará estar más preparado físicamente, sino también mentalmente.
Otros movimientos que pueden ayudar a la movilidad son los pasos largos, los esprints y otros entrenamientos de aceleración rápida, así como los entrenamientos de fuerza, como el levantamiento de pesas, los ejercicios de forma y los entrenamientos en cuesta. Acostumbrar al cuerpo a una amplia variedad de movimientos es la forma de entrenarlo para que responda de manera positiva y desarrolle la competencia del movimiento, es decir, la capacidad para moverte con seguridad y éxito mientras realizas una actividad física.
¿Y estirar después de correr?
Esto no significa que los estiramientos no tengan cabida en tu rutina de running. El estiramiento estático puede ser muy útil después de correr para complementar tu rutina de enfriamiento y ayudar a llevar tu cuerpo a un estado más relajado. Y si pasas mucho tiempo sentado en un escritorio cuando no corres, estirar después de correr puede ayudarte a alargar los flexores de cadera y aliviar la tensión y la rigidez.
La conclusión: Aunque los estiramientos estáticos pueden tener cabida en tu rutina general, calentar con movimientos dinámicos antes de correr es más beneficioso cuando se trata de rendimiento y prevención de lesiones. Mira algunos calentamientos dinámicos recomendados para principiantes para empezar hoy mismo.
Nuestro consejo como escritores responde únicamente a fines didácticos generales e informativos. Nuestra recomendación siempre es que consultes a tu médico o especialista en salud antes de introducir modificaciones en tus entrenamientos, tu nutrición o tus rutinas de ejercicio físico.