Zapatillas para entrenar o para correr: ¿Cuál es la diferencia?
¿Es tu primera vez en running o en entrenamiento cruzado? Puedes sentir la tentación de utilizar tus zapatillas habituales. Sin embargo, puede que no sea una buena idea. Aquí tienes algunas consideraciones a la hora de elegir zapatillas para entrenar o zapatillas para correr.
Si pones unas al lado de las otras, estas zapatillas pueden parecer similares, e incluso puedes pensar que tu entrenamiento es más estiloso. Sin embargo, cuando llegues al asfalto o a los senderos, notarás diferencias en el rendimiento al elegir zapatillas para entrenar o zapatillas para correr.
La runner Hollie Sick lleva trabajando en el comercio minorista desde hace más de ocho años y nos ha ayudado a señalar la principal diferencia: el estilo de movimiento.
Estilo de movimiento
Tal y como explica Sick, «los entrenamientos cruzados están diseñados generalmente para el movimiento lateral, mientras que las zapatillas para correr están diseñadas para el movimiento hacia adelante». Eso puede significar que la amortiguación y la estabilidad de las zapatillas para entrenar no están a la altura para correr, aunque puedan funcionar bien para moverte de un lado a otro mientras juegas al baloncesto o al tenis.
Una zapatilla para entrenamiento cruzado puede tener menos amortiguación de la que necesitas para correr por el asfalto, lo que podría ponerte en riesgo de sufrir una lesión. Por otro lado, una zapatilla para correr puede tener un impacto negativo en tu rendimiento cuando estás haciendo entrenamiento cruzado. Por ejemplo, la cantidad de amortiguación en una zapatilla para correr podría ponerte en riesgo de una lesión cuando haces pesas, lo que normalmente requiere una zapatilla más plana.
Materiales de las zapatillas
Si bien una zapatilla para correr a veces puede servir para el entrenamiento cruzado, no siempre funciona a la inversa. «Las zapatillas para entrenamientos cruzados no soportan largas distancias, y a menudo tienen cuero o lados reforzados, lo que las hace más voluminosas», señaló Sick.
Nadie quiere cargar con peso extra al correr, así que cuanto más ligeras, mejor. Las zapatillas para correr suelen ser más transpirables y con bastante malla, lo que no solo mantiene los pies más frescos, sino que además evita las ampollas.
Hablando de ampollas: Es posible que necesites unas zapatillas para correr en una talla mayor que las que usas para el entrenamiento cruzado, ya que tus pies pueden hincharse al correr, con lo que tendrías bastantes papeletas para perder una uña del pie. (¡Ay!)
Si te tomas en serio el running y el entrenamiento cruzado, puede que sea una buena idea comprar unas zapatillas distintas para cada actividad. De esa manera, podrás disfrutar de tu tiempo de ocio sin pasar por la enfermería.
Nuestro consejo como escritores responde únicamente a fines didácticos generales e informativos. Nuestra recomendación siempre es que consultes a tu médico o especialista en salud antes de introducir modificaciones en tus entrenamientos, tu nutrición o tus rutinas de ejercicio físico.