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Consejos para correr

Cuándo cambiar tus zapatillas para correr

Tres pares de zapatillas cerca de la puerta principal de tu casa.
Flecha hacia abajo
Flecha hacia abajo

Por fin has encontrado unas zapatillas para correr perfectas para ti. Juntos, habéis recorrido kilómetros de carretera, barro, lluvia, subidas, bajadas, entre otras muchas cosas. Lo más alto. Lo más bajo. Lo más húmedo. ¡Has encontrado las que encajan contigo y de las que nunca te separarás! ¿Verdad? Bueno…

Echa un vistazo a lo que tenemos Una vez que encuentras las zapatillas perfectas y te acostumbras a ellas, se convierten en imprescindibles y separarte de ellas es lo último en lo que piensas. Pero confía en nosotros, es para mejor. Aunque las zapatillas para correr no parezcan estar en mala forma, cuando se usan mucho, simplemente no pueden rendir como antes.

Con el tiempo, la suela exterior se debilita y la amortiguación se comprime. Tanto si notas incomodidad como si no, las zapatillas desgastadas no pueden proteger tus articulaciones de los impactos. Lo que significa un mayor riesgo de lesiones. Lo que significa un, no gracias.

Close-up of two runners’ legs as they tie their shoes on a set of steps.

¿Cuánto duran las zapatillas para correr?

Vale, no pueden durar para siempre. ¿Cuándo deberías rebajar tus pisadas al estado de paseo canino?

Por norma general, sustituye tus zapatillas de correr después de unos 480 - 800 kilómetros (de tres a seis meses, en función de cuánto corras). Pero ¿y si has perdido la cuenta o quieres extremar las precauciones sobre el uso excesivo?

Existen algunos signos externos que puedes buscar: la parte inferior o los laterales están visiblemente golpeados, las bandas de rodamiento están gastadas o la mediasuela está arrugada. Estas son las indicaciones que indican cuándo es el momento de despedir a tus zapatillas, pero no confíes únicamente en lo que puedes ver.

¿Qué sucede mientras las zapatillas de correr se desgastan?

Céntrate en cómo se sienten tus pies y presta atención a los cambios a lo largo del tiempo. Si las zapatillas en las que confiabas te deja las piernas o los pies notablemente cansados después de cada carrera (y no puedes atribuirlo a un plan de entrenamiento más intenso o a otro cambio en tus hábitos), puede ser que la amortiguación haya perdido absorción de impactos.

Si empiezas a notar las zapatillas de forma diferente a como las notabas al principio, es solo una señal de que están listas para la jubilación. Los materiales probablemente se hayan estirado o desgastado. Y no descartes una vaga sensación de que la carrera parece distinta. Ese también es un motivo para sustituirla.

Close-up of a black and green running shoe as a runner steps on wet concrete.

¿Puedes hacer que tus zapatillas de carrera duren más?

Al final, incluso las mejores zapatillas se desgastan y tienes que abandonarlas. Pero puedes prolongar la magia cuidándolas bien mientras estáis juntos.

En primer lugar, utiliza tus zapatillas para correr solo para correr. Caminar o estar de pie durante largos periodos, entrenar en el gimnasio y otras actividades que impliquen movimiento lateral crean un patrón de desgaste inusual, que hace que las zapatillas se desgasten más rápido. La zapatillas para correr de alto rendimiento están diseñadas para sólo una cosa, correr, y tienen una vida útil más larga si es todo lo que hacen.

Del mismo modo, y aunque normalmente no recomendamos ser deshonesto, sugerimos engañar a tus zapatillas de deporte favoritas. Utiliza dos pares de zapatillas y ve altérnalos para que nunca hagas carreras consecutivas con las mismas zapatillas. De esta forma dejarás pasar suficiente tiempo para que cada par se seque completamente y la amortiguación se restablezca entre carreras.

Y en cuanto al secado: asegúrate de darles a tus zapatillas algunos cariñitos después de un día lluvioso. Si corres bajo un aguacero, por charcos o en alguna otra condición que empape o sumerja tus zapatillas, dedica unos minutos a rellenarlas con papel de periódico y déjalas en un lugar cálido durante toda la noche. Evita el calor (secadora, rejillas de calefacción, luz solar), ya que puede estropear los materiales sintéticos de la parte superior.

Las zapatillas pasan su vida realmente cerca de algunas cosas realmente asquerosas. Un día de spa de vez en cuando las revitalizará. Sé amable y no utilices lavadora ni secadora: las zapatillas se pueden estirar o deformar. En su lugar, saca los forros internos y lava tus zapatillas a mano con agua tibia y jabón suave.

Intenta no empaparlas y limpia solo la superficie. Rellena las zapatillas con papel de periódico y deja que se sequen al aire. Voilà. Chispeantemente limpias (sin las chispas). Más información sobre la limpieza de tus zapatillas aquí.

Aunque cuidar bien de tu equipación siempre debería ser una prioridad, debes saber que incluso las zapatillas mejor mantenidas se desgastarán algún día. Trátalas bien por todos los medios. Pero regálate un nuevo par cuando las viejas se desgasten.

A woman runs alongside a wooden fence with greenery on the other side.
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