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Ocho beneficios integrales de correr al aire libre en la naturaleza
Mi mamá tiene la manía de, cuando ve a un cardenal volando o en un árbol, decir que es un miembro de la familia que ha fallecido, y que nos está vigilando. De vez en cuando, cuando estoy corriendo por un sendero, alguno se me acerca y no importa lo cansado que esté, me siento con más energía y me hace sonreír. A veces incluso corro un poco más gracias a eso.
Hay muchas más veces en las que tengo estos pequeños momentos cuando corro al aire libre. Entonces, ¿qué tiene el correr en la naturaleza que nos hace sentir tan bien?
Hay muchos datos muy conocidos sobre por qué correr es bueno para ti. Estos beneficios, desde la salud cardiovascular hasta el tono muscular, se encuentran muy a menudo en las revistas y los artículos de blogs. Es probable que ya los conozcas. Mi objetivo con este artículo es dar a conocer algunos de los beneficios menos conocidos, pero muy divertidos, de correr en la naturaleza.
En mi opinión, los beneficios fisiológicos de correr al aire libre son a menudo el aspecto que más se pasa por alto pero el más interesante de salir a patear los senderos de tu zona. ¡Vamos a explorarlos!
Los beneficios fisiológicos de correr al aire libre
1. Gestiona el estrés
El estrés, que a menudo tiene una mala reputación por razones obvias, desempeña un papel vital al ayudarnos a madurar y evolucionar como seres humanos y también a cumplir las metas y responsabilidades que nos fijamos, siempre y cuando no estemos, metafóricamente hablando, a punto de explotar. El estrés crónico, o demasiado estrés, es malo para nosotros, pero se ha descubierto que el estrés voluntario y manejable tiene efectos rápidos y duraderos, tanto mental como físicamente.
Según una investigación de la UC Berkeley, «el estrés gestionable aumenta la concentración y el rendimiento. Además, al estimular el crecimiento de las células madre que se convierten en células cerebrales, el estrés mejora la memoria. El aumento de las células madre y la generación de neuronas tiene sentido desde un punto de vista adaptativo».
Entonces, ¿qué tiene esto que ver con correr al aire libre? En primer lugar, correr es, en general, una forma de estrés voluntario tanto para la mente como para el cuerpo. Cuanto más salimos a correr, más trabajamos para aumentar nuestra fuerza, resistencia, disciplina y respuesta al estrés. Correr al aire libre nos proporciona una mayor variabilidad y nos mantiene mentalmente fuertes y adaptables a nuestro entorno. ¿Alguna vez has entrenado para una carrera en primavera y luego llega el día de la carrera y hay 26 grados y mucha humedad? No es divertido para nadie, y rara vez oirás de alguien que ha conseguido su mejor récord personal en tales condiciones. Elegir correr en un clima que no es el ideal nos mantiene mental y físicamente más flexibles a estos cambios en el entorno. La próxima vez que haya 7 grados y llueva, o por otro lado, más de 26 grados y haga sol, dale un toque al músculo de la motivación y sal por la puerta. (¡Solo recuerda que debes prepararte debidamente y mantenerte hidratado!)
Puedo dar fe de esto personalmente ya que en invierno, más que con el calor del verano, es cuando me resulta más difícil atarme las zapatillas y salir por la puerta. Puedo decir con certeza, sin embargo, que el 100 % de las veces que salgo a correr, estoy contento de haberlo hecho. Me siento mejor, y soy mejor por ello.
2. Disfruta de momentos de fascinación
Al igual que con el avistamiento de un pájaro poco común, hay muchas cosas que experimentamos cuando corremos al aire libre y que nos hacen sentir bien. Esas flores que florecen a lo largo de un sendero, una cascada con bruma (si tienes la suerte de vivir en una zona con cascadas), un hermoso pájaro que desciende en picado, un gran ciervo parado en el sendero.
Podemos llamarlo fascinación. La fascinación a menudo se reserva para grandes momentos como ver un enorme arco iris doble en el cielo o contemplar el Gran Cañón por primera vez. La fascinación también se puede experimentar a través de lo que yo llamaría «micromomentos», y hay muchas oportunidades para disfrutar de estos momentos mientras estás corriendo en la naturaleza. Estos momentos también son científicamente beneficiosos para los humanos.
«Incluso las experiencias breves de fascinación producen una serie de beneficios, incluyendo una sensación de tiempo dilatado y mayores sentimientos de generosidad, bienestar y humildad», según un estudio de la UC San Francisco. Otra investigación adicional de la UC Berkeley descubrió que experimentar regularmente fascinación puede ayudar con los niveles de inflamación (algo de lo que muchos de nosotros los runners podemos beneficiarnos).
Los beneficios de correr al aire libre para la salud física
3. Empápate de vitamina D
La vitamina D es una de las necesidades más importantes de nuestro cuerpo, ya que nos ayuda en multitud de formas, desde la densidad ósea hasta la salud inmunológica. Pese a ello, aproximadamente el 35 % de los estadounidenses tiene deficiencia de vitamina D, según la Cleveland Clinic.
Una de las mejores maneras de aumentar los niveles de vitamina D es la absorción directa de la luz solar a través de la piel. ¿Qué mejor manera de hacerlo que correr por los senderos de tu zona mientras respiras el aire fresco? La próxima vez que estés corriendo y brille el sol, piensa en que la naturaleza te está dando un goteo metafórico de un nutriente que te mantiene vivo. Genial, ¿verdad?
4. Mejora tu estado físico general
En casi cualquier sistema de la Tierra, ya sea el cuerpo humano, la sociedad o tu jardín, la diversidad genera más resistencia y fuerza. Correr al aire libre ofrece más diversidad de terrenos y estímulos, como saltar grietas y charcos, doblar esquinas, subir y bajar colinas o escaleras, evitar las raíces en el sendero, y más. A su vez, a tu cuerpo se le exige más en comparación con correr en una cinta, una carretera pavimentada o una pista.
Por ejemplo, tu tronco está más activo cuando estás doblando una esquina o zigzagueando en un sendero, tus cuádriceps están más activos cuando corres cuesta abajo y tus gemelos están más activos cuando saltas sobre un bordillo o corres cuesta arriba. Correr en una cinta (aunque sigue siendo un gran entrenamiento físico) limita el número de músculos que se activan en comparación con correr al aire libre. Cuanto más fuerte sea tu cuerpo, más resistente y eficiente se volverá. Además, cuanto más saltes por el sendero evitando raíces o rocas, mejor se desarrollará tu sentido del equilibrio.
5. Mejora la salud de las rodillas y la espalda
Esto, lo sé, puede ser difícil de creer. A muchos runners probablemente nos hayan dicho: «Tus rodillas estarán machacadas cuando tengas 50». Sin embargo, un estudio de The Journal of Bone and Joint Surgery que comparó 675 runners, llegó a la conclusión de que la tasa de artritis en los runners de maratón era muy inferior a la del estadounidense promedio. Cuando se corre por senderos al aire libre, la superficie más suave es más amable con las rodillas, caderas y espalda que el cemento o la cinta de correr.
6. Aumenta tu esperanza de vida
Un metanálisis de 2018 publicado en el British Journal of Sports Medicine llegó a la conclusión de que practicar running supone una reducción del riesgo de mortalidad del 27 % en general, del 30 % para afecciones cardiovasculares y del 23 % para cáncer, comparado con no correr. Esa es una gran diferencia y una buena razón para salir cada semana.
Los beneficios de correr al aire libre para la salud mental
7. Disminuye la depresión
En pocas palabras, correr ayuda a combatir la depresión. Esto probablemente no coja de sorpresa a la mayoría, ya que creo que cualquier runner que lea esto estará de acuerdo en que correr ayuda a mantener el estrés y la ansiedad equilibrados y evitar la depresión. Correr al aire libre añade otra capa de salud mental a la ecuación. Cuando se corre al aire libre, se está respirando aire fresco, se corre mientras el sol sale o se pone, quizás sintiendo el viento en la espalda o el frío temprano por la mañana.
Nosotros, como humanos, hemos ido evolucionando a lo largo de mucho tiempo en una relación simbiótica con la naturaleza. Probablemente a la mayoría nos parezca, cuanto menos, «natural» y refrescante. Correr al aire libre te permite explorar nuevas zonas y nuevos senderos y ver, oír, oler y sentir cosas nuevas. Es probable que te cruces con gente y los mires a los ojos, o tal vez incluso les sonrías. Ese momento compartido con otras personas, especialmente mientras estás en la naturaleza, tiene beneficios mentales y físicos mucho más profundos de lo que uno probablemente se da cuenta.
8. Descansa del estrés tecnológico
Por último, pero no por ello menos importante, todos necesitamos un descanso del trabajo, de las redes sociales y del tiempo en la pantalla. Cada vez hay más estudios manifiestan que demuestran los efectos negativos para la salud mental, física y emocional del tiempo que pasamos frente a la pantalla. En uno de esos estudios se demostró que pasar demasiado tiempo mirando el teléfono o el ordenador tiene muchos impactos negativos para la salud, incluyendo TDAH, depresión, falta de sueño y ansiedad. Si apartar el teléfono durante una hora y respirar aire fresco no es suficiente, átate los cordones de tus zapatillas de trail favoritas, pon el cuerpo en marcha por el bosque en la naturaleza y calienta un poco para que el estrés del día desaparezca por completo.
Vuelve a conectar con la naturaleza
Puede que yo sea parcial, pero puedo asegurar que casi todo el mundo disfrutará corriendo al aire libre. En términos generales, los humanos no pasamos tanto tiempo fuera como solíamos hacer. Entre el tiempo que pasamos en el trabajo, yendo al trabajo en coche, durmiendo o viendo Netflix, no estamos tan conectados con la naturaleza como lo estábamos no hace tanto tiempo. No hay nada como atarse los cordones, salir por la puerta y sentir el sol en la piel, en busca de esos momentos de fascinación, disfrutar de la satisfacción de hacer un circuito completo de trail alrededor del lago, o simplemente respirar algo de aire fresco.
Nuestro consejo como escritores responde únicamente a fines didácticos generales e informativos. Nuestra recomendación siempre es que consultes a tu médico o especialista en salud antes de introducir modificaciones en tus entrenamientos, tu nutrición o tus rutinas de ejercicio físico.
