Correr y la maternidad
Cinco mujeres comparten sabiduría, consejos e historias para ayudar a las nuevas mamás a recuperar el ritmo.
Las madres son superheroínas
¿Cómo volver a correr después de más de 40 semanas de embarazo, de innumerables cambios físicos y mentales, y de hacer malabarismos con las exigencias del trabajo y la crianza de los hijos? No hay una única respuesta, pero nos pusimos en contacto con algunas corredoras que acaban de ser madres para preguntarles sobre sus experiencias de maternidad, sus nuevas rutinas y cómo correr sigue siendo una parte integral de sus vidas.
Tras una experiencia de fertilidad complicada, Olu Fagbemiro corre para curarse
No lo dirías por su gran sonrisa y su exuberante personalidad, pero a Olu Fagbemiro las carreras le provocan ansiedad. Para ayudar a combatir su aprensión, Olu lleva looks divertidos y llamativos y se maquilla para sus carreras. Y a pesar de su ansiedad el día de la carrera, esta madre de dos hijos nacida en Nigeria utiliza el running como mecanismo de curación.
«Soy madre por FIV (fecundación in vitro). Empecé a correr después de que naciera mi hija. Había corrido poco en el pasado, pero empecé a correr de forma constante en 2017 y me ayudó a sanar psicológicamente de mi experiencia de fertilidad. Tuve fibromas uterinos, obstrucción de las trompas de Falopio y sufrí un aborto de gemelos», relató Olu.
En 2019, Olu empezó a entrenar para la maratón de Nueva York, y descubrió que se había quedado embarazada de forma natural de su hijo. Sus médicos temían que tuviera un embarazo ectópico, pero una vez que confirmaron que todo estaba bien, le dieron luz verde para seguir entrenando.
«Mentiría si dijera que no estaba nerviosa por entrenar para la maratón de Nueva York, pero mi marido me animó a seguir, así que lo hice y estaban en la meta esperándome. Estoy tan contenta de no haberlo dejado. El día de la carrera estaba de 13 semanas».
Mamás sabias
Entrenar a jóvenes corredores ha ayudado a Vivian Monroy a prepararse para la maternidad
Estaba dispuesta a dejar el atletismo cuando estaba en la universidad, pero un entrenador auxiliar le dijo que se arrepentiría de no haber corrido su última carrera. Resulta que esa carrera fue uno de sus momentos de running más memorables.
«Eran los 10 km. Corrí y lo hice bien. Quedé tercera. Logré un podio y, si no fuera por esa carrera, no habría continuado mi camino como corredora», afirmó.
Esa carrera fundamental ayudó a definir la vida de Vivian después de su época universitaria. Conoció a su marido a través del deporte y finalmente se convirtió en entrenadora de instituto, algo que espera que la convierta en una mejor madre.
«Creo que ser entrenadora me va a ayudar. He aprendido algunas lecciones importantes desde que empecé como entrenadora. Es importante asegurarse de que el deportista se siente cómodo en lo que quiere hacer. A veces veo que los padres presionan a sus hijos y eso es algo duro. Quieres que tus hijos amen lo que hacen y hagan lo que amen. Estoy emocionada de ser madre y de enseñarle a mi hijo el amor por el running. Correr es lo que nos unió a mi marido y a mí, y es algo especial para nosotros».
Dato de la carrera
«Realmente no he tenido ningún antojo como madre corredora embarazada, lo único que no puedo dejar de comer son mandarinas Cuties y zanahorias. Mi marido y yo bromeamos con que el bebé va a salir naranja».
Mamás sabias
Para Amber McCulloch, la maternidad y la edad no son factores limitantes para correr
Antes de su primer embarazo, Amber McCulloch era una corredora de competición y entrenaba los 800 y 1500 m en pista, además de los 5 km en carretera. Pero las mejores marcas de la excorredora universitaria en la mayoría de las distancias no llegaron hasta después de ser madre.
«Me llevó mucho tiempo volver a la pista, porque estaba segura de que había perdido toda mi velocidad. No fue así. Me di cuenta de que era una idea que había creado en mi cabeza. Puedes correr después del embarazo y ser igual de rápida. Ahora tengo que planificar más a la hora de equilibrar mi tiempo, pero siempre saco tiempo para correr. Es una parte importante de mi identidad y mi cuidado personal», afirmó.
Amber ha sido corredora y madre durante más tiempo que antes de tener hijos. El hecho de ser corredora y madre proporciona un poderoso ejemplo a sus hijas en lo que se refiere a mantenerse en forma y a sacar tiempo para hacer lo que te gusta.
«Creo que es importante ser un modelo a seguir. Todavía puedo correr más que mis hijos, pero algún día me alcanzarán y eso también me hace mucha ilusión».
Uno de los momentos de running más memorables de Amber llegó hace cuatro años en una carrera popular organizada por el Club Northwest, un club de atletismo con sede en Seattle del que es miembro. Era la primera vez que ella y uno de sus hijos competían en el mismo evento.
«En ese momento tenía 10 años y corrió los 1500 metros y me impresionó mucho. Llevábamos nuestras camisetas naranjas, íbamos a juego de pies a cabeza, y ella estaba muy emocionada por ir a juego con mamá. Dudo que ahora sienta lo mismo, pero es un gran recuerdo».
Dato de la carrera
«Corrí durante mis dos últimos embarazos. Corrí hasta el día del parto de ambos».
Mamás sabias
Tomarse las cosas con calma durante el embarazo no fue nada fácil para Anel Hernandez
Antes del embarazo, la constancia lo era todo para Anel Hernandez: si no estaba entrenando para una carrera, corría para mantenerse en forma en la carretera o por senderos cinco o seis días a la semana.
«Pensé que sería una mujer embarazada en forma, siempre corriendo y activa. Pero los médicos me dijeron que realmente no podría hacer ejercicio, solo caminar suave. Eso fue furo. Quedarme embarazada después de muchos años intentándolo me mantuvo centrada. Tenía que ser positiva y mantenerme sana para tener un bebé sano. Sabía que después de dar a luz llegaría el momento de volver a hacerlo», afirmó.
Anel empezó a caminar y a correr de nuevo cuando su hija tenía seis meses. Ahora que es madre, correr es distinto. Se ha dado cuenta de que ser madre le ha cambiado el correr de forma drástica, el deporte solía ser su pasión, pero ahora su hija es su mayor prioridad.
«Quiero pasar con ella todo el tiempo que pueda. Si no puedo correr sola, no me enfado ni me molesta. Sé que puedo llevarla conmigo. Sé que lo disfruta tanto como yo, y eso es lo que importa. Además, correr con un cochecito me ha convertido en una corredora más fuerte. He empezado a alcanzar objetivos que era capaz de hacer antes del embarazo. Estoy deseando ver cuál es el siguiente».
Dato de la carrera
«He perdido la cuenta de cuántas carreras he hecho a estas alturas, más de 30 [medias maratones], 17 más o menos [maratones completas] y seis o siete 50 km. No he corrido una carrera desde que di a luz, pero he estado entrenando extraoficialmente como liebre para la maratón de Los Ángeles».
Mamás sabias
Inspirada por la vida y la pérdida, Ladia Albertson-Junkans sigue persiguiendo sus sueños de corredora
Ladia Albertson-Junkans y la antigua corredora profesional de Brooks Gabe Grunewald eran mejores amigas y compañeras de equipo en la Universidad de Minnesota. Gabe falleció en 2019 después de convivir con un extraño tipo de cáncer durante 10 años, pero sigue siendo la mayor inspiración de Ladia y su modelo en la vida y en el running.
«Pienso en ella en todo lo que hago, hasta el punto de que le puse su nombre a mi hijo, y también porque creo que le haría mucha gracia. Habíamos previsto intentar quedarnos embarazadas al mismo tiempo y obligar a nuestros hijos a ser mejores amigos, igual que nosotras. El posible impacto de los tratamientos contra el cáncer en su fertilidad le pesaba mucho, pero nunca dejó de tener la esperanza de poder ser madre algún día. De hecho, la última vez que corrimos juntas antes de que falleciera, nos pasamos la mitad de los 19 kilómetros hablando de las diferentes opciones de preservación de la fertilidad que podría seguir. Saber lo mucho que quería ser madre me da aún más razones para saborear cada momento con mi hijo, especialmente los momentos difíciles, los momentos aburridos o los momentos abrumadores. Gabe me enseñó a adaptarme a los retos de la vida con gracia, humildad y humor. Me esfuerzo cada día por vivir esas lecciones», afirma Ladia.
En 2019, Ladia se clasificó y corrió la Western States Endurance Run, la carrera de 160 kilómetros más competitiva de EE. UU. Le dedicó la carrera a Gabe, que había fallecido 18 días antes. Durante el primer trimestre de su embarazo, poco más de un año después, Ladia decidió que quería ganar la Western States Endurance Run.
«Puede parecer una tontería establecer un objetivo tan ambicioso cuando apenas puedes correr unos minutos sin caminar, pero descubrí que ayudaba a que los pasos más difíciles tuvieran más sentido. También podría parecer que corro el riesgo de hacer demasiado demasiado pronto al fijarme un objetivo tan audaz, pero en realidad creo que me ayudó a valorar la consistencia y la longevidad porque es un objetivo de varios años. No puedo predecir cómo me sentiré en el futuro, pero puedo decir sin duda que, por ahora, nunca se me ha pasado por la cabeza dejar de correr o dejar de tener objetivos ahora que tengo un hijo».
Dato de la carrera
Antes de quedarme embarazada, corría 95-110 km a la semana, con un aumento de 1500–2400 m a la semana, aproximadamente un 70 % de trail y un 30 % en carretera. La maratón de los Trials de EE. UU. fue la última carrera que corrí antes de quedarme embarazada, aunque en los últimos cinco años he corrido sobre todo trail de 25 a 160 km».